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Existen distintas formas de alopecia. Muchas de ellas, como la alopecia androgenética o alopecia común, tienen hoy en día formas científicamente eficaces de detener su progreso y de mejorar, siempre bajo supervisión médica.
La Tricología es el área de conocimiento médico que diagnostica y trata los problemas del pelo. El médico que la ejerce con sus pacientes ha de estar adecuadamente formado y capacitado para ello
El Dr. Ferrandis tiene amplia formación y experiencia en este campo, con cientos de pacientes satisfechos por sus resultados, su cercanía y su trato humano.
Hay muchas clases de alopecia, según el mecanismo y causa que las produce, su evolución y sus consecuencias. La más común es la alopecia androgenética o alopecia común. Otras como la Alopecia Frontal Fibrosante, Alopecia Areata y demás, requieren otros medios de tratamiento y tienen una evolución diferente. Por eso es fundamental el diagnóstico preciso y precoz.
Muchas veces, cuando el paciente decide consultar, ya se ha perdido una densidad importante. Es fundamental acudir a consulta cuando se noten los primeros síntomas: claros en el cuero cabelludo, retrocesión de entradas o de otras zonas, menor volumen en caso de pelo largo, etc., porque la pérdida suele ser más rápida que la recuperación, hay algunos tipos de alopecia en los que no se puede recuperar o mejorar lo perdido, y en estados avanzados los tratamientos disponibles a día de hoy son menos eficaces.
La mayoría de alopecias no tienen relación con la caída del cabello, sino con alteraciones en la formación del pelo en el cuero cabelludo. La forma más frecuente de alopecia, la androgénica, se caracteriza porque los folículos se van miniaturizando progresivamente, ciclo capilar tras ciclo capilar, hasta desaparecer el propio folículo; en todo ese proceso, la caída puede ser normal, pero se pierde densidad al haber cada vez menos pelo terminal, fuerte y con pigmento.
Si nos centramos en la alopecia androgenética, existen hoy en día tratamientos orales, tópicos, infiltrados (medicamentos, PRP) y trasplante capilar. Hay otros muchos tratamientos en estudio y evaluación, que presumiblemente vendrán en los próximos años.
Efluvio es sinónimo de caída aumentada o acelerada. El más frecuente es el Efluvio Telógeno, en el que cae una mayor cantidad de pelo en fase telógena de lo normal. La fase telógena del ciclo capilar es la última antes de la caída del pelo. No produce alopecia completa, y aunque se puede recuperar por sí solo, es posible favorecer y adelantar esta recuperación con tratamiento.
El mejor tratamiento es la combinación individual para cada paciente. No existe un tratamiento que sustituya al resto, sino que hay que tratar varios aspectos del proceso que lleva a la pérdida capilar, y ha de ser de forma personalizada e individualizada. El tratamiento que va bien a un paciente puede no funcionar en otros, o incluso ser perjudicial.
El trasplante capilar básicamente redistribuye la densidad del paciente de forma homogénea y armónica, restaurando así las zonas donde se ha perdido los folículos por completo. Pero no frena ni detiene el proceso de pérdida capilar que lo ha hecho necesario, por lo cual es muy recomendable hacer tratamiento médico antes y después del trasplante, para estabilizar y mejorar la alopecia y que el paciente no quede en un futuro sólo con el pelo trasplantado.
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